El desarrollo de la disciplina de la Historia y la apertura de nuevos horizontes laborales que requieren profesionales del quehacer histórico, competentes para incursionar e impactar en áreas vinculadas a la enseñanza e investigación de la Historia así como de la recuperación, conservación y difusión del patrimonio histórico cultural, fueron constantes que se tomaron en cuenta en la presente reestructuración.

El énfasis en la formación integral de los futuros historiadores (como docentes, investigadores y promotores de la conservación y divulgación del patrimonio cultural), cubrirá una deficiencia del anterior programa, ya que la especialización en una determinada línea enfrentaba a los egresados a situaciones laborales complejas. Como el ámbito de la enseñanza era el principal nicho laboral de los historiadores, aquellos que no habían optado por esta línea terminal enfrentaban dificultades derivadas de la falta de experiencia y de una débil formación como docentes; mientras que otros no eran aceptados en áreas laborales relacionadas con la difusión y divulgación del patrimonio cultural porque carecían de herramientas propias de esas actividades. Paralelamente y a pesar de que la investigación estaba presente en las tres líneas, el que una de ellas hubiese sido nombrada como investigación histórica, hacía suponer que quienes no la habían cursado eran menos aptos para acceder a estudios de posgrado con orientación a la investigación.

Actualmente los campos de estudio -y con ello los laborales- se enfocan más que nunca en las carreras de corte industrial y tecnológico, tal como lo menciona Forbes, en su listado de las profesiones más demandadas.  Las profesiones como director de operaciones en el sector de manufactura, con un sueldo de hasta dos millones de pesos por año; director de proyecto en el sector de la construcción con sueldo cercano al millón de pesos y al de, director de compras en el sector automotriz, son las tres profesiones punteras en la lista de Forbes (2015). Las ciencias sociales y las humanidades, y con ello la licenciatura en historia, están rezagadas en el mundo laboral tanto en competitividad como en ingresos. Sin embargo, el campo laboral está ampliándose.

El historiador egresado se ha empleado de manera más viable e inmediata en al ámbito de la docencia, igualmente en casas editoriales como correctores de estilo y produciendo artículos académicos y de divulgación o ejerciendo propiamente la investigación para instituciones gubernamentales o universidades. Sin embargo, menciona Felipe Castro (2009), que nuestras instituciones, con todas sus limitaciones, producen cada año buen número de licenciados, maestros y doctores en Historia, en cambio nuestra sociedad no es tan eficiente a la hora de generar puestos de trabajo profesionalmente satisfactorios y razonablemente remunerado.

Ayala Rubio (2008 en Aponte 2014), de la Universidad de Guadalajara, ha aseverado que las tendencias internacionales en la formación de historiadores se mueven en dos vertientes mundiales: la primera, sobre la nueva moda de formar a los estudiantes por planes de estudios basados en competencias, y otra vertiente consistente en planes de élite que se ocupan de privilegiar saberes especializados.

Algunos autores han enunciado que el campo laboral del historiador debe renovarse y diversificarse, para que estos profesionistas puedan insertarse al campo laboral en áreas como centros culturales, asesores, en medios de comunicación, entre otros (Aponte, 2014). Un lugar propio de esta diversificación e integración -acorde al contexto actual- sería la de profesores en entornos virtuales los cuales, adicionalmente, generaran contenidos históricos y didácticos para plataformas digitales. En el mismo tenor, consideramos campos emergentes, la capacitación para guías de turismo tanto presencial como virtualmente, o bien la formación para docentes en servicio ante las demandas de evaluación que prevalecen hoy en día. Otro campo emergente es el de la difusión con la elaboración de artículos de revistas o páginas en las redes sociales, entre otros.

Así, aunadas a los ámbitos emergentes en las diversas áreas educativas,  las oportunidades laborales para el historiador enseñante siguen siendo principalmente las aulas en diferentes niveles educativos y en modalidades diversas, tal y como lo hemos encontrado en el seguimiento que se ha realizado a egresados. Dicha situación nos ha comprometido, tras la evaluación curricular, al diseño del presente plan que nos compromete a  dar respuesta a las necesidades de formar un profesorado altamente capacitado con los conocimientos, actitudes y valores acordes a los desafíos del siglo XXI.

Si nos referimos a la recuperación, conservación y difusión del patrimonio cultural, la Organización de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura (UNESCO), vinculada a la ONU por su interés en contribuir a la paz y colaboración entra las naciones, considera a la conservación del Patrimonio Cultural como uno de sus objetivos. Derivado de este interés, la UNESCO ha emitido más de mil declaratorias de patrimonio de la humanidad. En la actualidad, México aparece en la lista de Patrimonio Mundial con 33 lugares designados (27 como patrimonio cultural, 5 como patrimonio natural y 1 como patrimonio mixto), y cuenta, además,  con 7 tradiciones y festejos reconocidos como Patrimonio Cultural Inmaterial. De este total, cuatro corresponden a Querétaro. La riqueza patrimonial del estado de Querétaro, se conforma por múltiples manifestaciones, tangibles e intangibles, tales como los monumentos históricos (muebles e inmuebles), sitios arqueológicos, gastronomía, tradiciones, fiestas populares, etcétera.

México en general y el estado de Querétaro en particular, poseen una riqueza cultural de enorme significado como memoria de nuestro pasado, conciencia de nuestra identidad y generadora de desarrollo. Por lo tanto, resulta indispensable incidir en la recuperación y difusión de este patrimonio histórico cultural común e influir en un mayor grado de conciencia respecto a su conservación. En consecuencia, la formación de los estudiantes de la Licenciatura en Historia contempla la adquisición de habilidades necesarias para la elaboración de proyectos y propuestas que a mediano plazo incidan en las políticas públicas relacionadas con la investigación, recuperación, conservación y difusión de nuestro patrimonio identitario.

Dicha riqueza ha incidido en el turismo cultural y va aparejada a un incremento en la oferta museística. En los últimos años, en casi todo el mundo, los museos han adquirido un nuevo papel sociopolítico y sociocultural al ser vistos como nuevos actores económicos, capaces de detonar mejoras en los centros urbanos; la ciudad de Querétaro no es la excepción. A la fecha la capital del estado cuenta con once museos de temáticas diversas que van desde el arte y la historia regionales, hasta la evolución del calendario.

Los museos queretanos se ubican en su Centro Histórico o sus puntos limítrofes Estos museos demandan de manera continua personal capacitado que colabore en trabajos de reestructuración y elaboración de guiones museográficos y/o que brinde apoyo al área de servicios educativos, ya sea con la elaboración de materiales o la conducción de grupos (visitas guiadas). No obstante, la ciudad capital no concentra el total de la oferta museística de la entidad. De manera particular los museos comunitarios que resguardan el patrimonio histórico cultural de comunidades indígenas y mestizas, requieren de intervenciones respetuosas de los valores, usos y costumbres locales desde un enfoque interdisciplinario, humanista y de tolerancia hacia la diversidad.

Otro sector que ofrece una demanda creciente de profesionales de la Historia es el turístico. El turismo es una de las actividades económicas más importantes a nivel global ya que el papel que juega en la generación de divisas, de empleos y de inversión, lo coloca en un lugar preponderante de las economías nacionales. El turismo en el mundo ha crecido a tasas superiores al crecimiento de la economía en su conjunto.

El estado de Querétaro se destaca por su oferta de un turismo cultural y natural, frente a los destinos de playa. Datos Estadísticos del Sector Turístico en el Estado de Querétaro al cierre del año 2014 arrojaban para el estado de Querétaro una derrama estimada en 8,382 MDP y un aforo anual de turistas nacionales de 1,752,771, y 77,698 procedentes del extranjero.

Para garantizar un turismo sustentable, respetuoso de los bienes y las culturas a las que pertenecen, es necesario contar con los conocimientos y las herramientas necesarias para el diseño y la conducción de recorridos con una sólida justificación histórica patrimonial; además de la elaboración de materiales de divulgación que respondan al aumento en la demanda. Asimismo, la necesidad de garantizar la conservación de los bienes culturales queretanos implica mantener actualizados los catálogos de monumentos (muebles e inmuebles); labor multidisciplinaria donde la participación de los historiadores es fundamental.

 En lo referente al área de investigación histórica, el egresado del programa de la Licenciatura en Historia cuenta con las herramientas teórico-metodológicas suficientes para la generación de conocimiento histórico. Esta labor es muy importante para el desarrollo de la historiografía regional y nacional. Los estudios históricos se revitalizan integrando nuevos enfoques de interpretación y revisando con nuevas miradas las fuentes documentales. Para el caso de la Historia de Querétaro y la región, los balances historiográficos nos muestran aún carencias de estudios históricos para ciertos periodos que requieren atención. Además, la región cuenta con importantes acervos documentales que resguardan información de primera mano para la reconstrucción histórica.

Por otra parte, la formación ofrece al egresado otras posibilidades que rebasan el ámbito meramente disciplinario. Puede colaborar en instituciones, centros de investigación multidisciplinaria y dependencias públicas y privadas –museos estatales y nacionales, casas de la cultura, centros de divulgación, empresas editoriales, proyectos cinematográficos- que integren en sus proyectos y actividades la perspectiva histórica. De igual manera, puede ejercer la docencia en distintos niveles y grados, tanto en el nivel Básico como en el medio Superior y Superior.

Por otro lado, la formación en investigación le permite continuar con su formación profesional en los posgrados orientados a la investigación científica. Esto permite, la renovación de recursos humanos de alto nivel que requieren las universidades y centros de investigación. La experiencia del programa nos muestra que un porcentaje de los egresados han continuado sus estudios de posgrado –maestría y doctorado- en universidades nacionales y han sido sobresalientes sus trabajos de investigación.

Además, el egresado con conocimientos en investigación histórica puede colaborar en el procesamiento de información digital, así como en procesos de catalogación de archivos históricos. De igual manera puede integrarse como asesor en programas de difusión de la Historia haciendo la investigación histórica-documental. Otro campo laboral se relaciona con el trabajo de investigación para reconstruir genealogías familiares, búsqueda de datos históricos, atención en empresas culturales y programas editoriales con perfiles humanísticos.

En conclusión la formación integral del egresado del programa de la Licenciatura en Historia abre muchos horizontes laborales. La acentuación en las tres áreas, enseñanza, patrimonio e investigación le dotan de mayores elementos en su perfil de egreso que diversifica las oportunidades de integrarse dignamente en los espacios laborales.

La Licenciatura en Historia atiende principalmente las necesidades del sector educativo, ya que, la mayor parte de los egresados, cerca del 61% se emplean en las escuelas de educación media superior y superior. De ese 61%, el 35% se encuentran dando clases en instituciones privadas y el 26% en escuelas públicas de la Entidad y regiones cercanas.

Un porcentaje importante de esos egresados están interesados en continuar con estudios de posgrado de maestría y doctorado. Algunos ya los están realizando en los programas de posgrado que oferta la UAQ y otros en Universidades regionales, nacionales e internacionales.