Procesos económicos y políticos
Con la base de autores clásicos como Karl Marx y Max Weber, e innovadores como Francisco Gil Villegas y Thomas Piketty, estos Procesos económicos y políticos consideran que lo histórico-político junto con lo histórico-económico, constituyen aspectos esenciales de la realidad de las sociedades, son una parte integradora de un todo complejo que interactúa con lo social y lo cultural, entre otros ámbitos de la actividad humana. Abarca el estudio a través del tiempo, en ocasiones con cortes diacrónicos del poder público, las disputas por su control y las resistencias; el control social, la insubordinación y la construcción de ciudadanías; las instituciones, los movimientos subalternos y los sistemas generados por ese poder y por esa dominación; los actores individuales y los colectivos en sus vínculos, rupturas e interacción con el poder público, los sistemas y prácticas electorales con sus desafíos; las ideas, identidades y representaciones simbólicas vinculadas al poder político y sus formas de representación colectivas, entre otras de sus aristas. Simultáneamente, también investigan sobre la propiedad material, su producción, almacenamiento, distribución, consumo y acumulación financiera resultante, al igual que sus fenómenos de innovación tecnológica. En ese sentido, la nueva línea de la Maestría en Estudios Históricos investiga las prácticas humanas en su relación con el poder público y sus complejas derivaciones, y al poder generador de recursos materiales que sustentan a las sociedades, ubicados ambos aspectos en sus dimensiones social y geográfico temporal.
Procesos socio-culturales
Estudia las prácticas de diversos actores sociales que décadas atrás no habían tenido cabida en la historiografía profesional como las minorías y los grupos subalternos, así como también la dimensión cultural de estas prácticas/experiencias manifiestas en ciertos códigos como son valores, creencias, tradiciones, sistemas religiosos, etc., con los cuales se reconocen y representan, y que son dominio cultural de su época.
Se parte desde los enfoques de la historia social y cultural, cuyas premisas sirven para problematizar, recuperar, y reivindicar a aquellos actores individuales y colectivos que habían quedado al margen de los grandes eventos o procesos históricos por una historiografía dedicada a estudiar a las elites políticas, económicas e intelectuales. Por lo anterior, esta línea propone recuperar la agencia política, cultural y social de los sujetos marginales desde sus prácticas, creencias, imaginarios y representaciones en su cotidianeidad desde enfoques locales y regionales.